"Capilla funeraria de los Medicis"
Obra escultórica de carácter funerario del escultor italiano Miguel Ángel. Pertenece a la primera mitad del siglo XVI, al arte del Cinquecento en la época histórica del Renacimiento italiano.
Estamos ante la cripta de Juliano de Medici, una persona derrochadora y poco responsable. En la imagen vemos tres figuras, en el nicho superior vemos a Juliano en una posición que no recuerda a la escultura de Miguel Ángel de Moisés, tiene la misma posición de sentado, en tensión, como si se fuese a levantar en cualquier momento (pierna izquierda retrasada) Vemos a un hombre con un bastón de mando en el regazo y unas monedas en el mismo sitio, símbolo de su actitud despreocupada con el dinero. Vemos un buen trabajo con los pliegues en la vestimenta y en el estudio de la anatomía y de la musculatura. Respecto al rostro, vemos a un personaje sereno, pero realista. En las dos figuras inferiores vemos a una mujer y a un hombre que representan el día y al noche respectivamente. Les caracteriza la retorsión de los cuerpos, la terrivilitá (característico de la escultura de Miguel Ángel), además, ambas figuras parecen deslizarse, caerse y le dan así un dinamismo a la obra y un movimiento al conjunto. En la figura de la mujer vemos un profundo estudio de la anatomía, aunque sus pechos son bastante irreales, porque parece como si fuese el torso de un hombre al que le han colocado unos pechos. No obstante existe una retorsión del cuerpo con una pierna (derecha) escondida y una izquierda en alto. El brazo izquierdo también está escondido mientras el derecho se apoya en la pierna izquierda.
En la otra figura del hombre observamos también la retorsión del cuerpo, un desarrollo importante de la musculatura. Al contrario que la figura de la mujer, tenemos las piernas entrecruzadas y al brazo izquierdo escondido y el derecho retorcido y enseñado parcialmente. En esta figura observamos una técnica de Miguel Ángel llamada non finito, en la que no se termina de rematar la escultura, no está pulida. Ésto lo vemos en el rostro sobre todo, de este hombre.