Este pantócrator es característico del arte románico. Como podemos observar, tiene una simetría clara, con una minúscula expresividad y un mínimo realismo, ya que lo que interesa no es el realismo, sino el mensaje que se quiere transmitir. Tenemos a un Cristo dentro de una mandorla, que pretende formas de sentado, pero con unas piernas que si estubiesen rectas, serían proporcionalmente muy grandes. Las arrugas de la túnica son muy básicas y muy esquemáticas. El esquematismo se d en toda la obra en general. Los brazos hacen un efecte de como si éstos le saliesen del costado, aunque el hombro esté en su sitio; una mano está bendiciendo, y en la otra sostene las Tablas de la Ley. En el resto encontramos unos ojos almendrados, ninguna emoción y una marcada simetría. Además, un alo rodea la cabeza del Cristo, símbolo de la divinidad.
Otros detalle que nos encontramos son la simbología cristiana del Alfa y el Omega (simbolo de que Cristo es el principio y el fin de todas las cosas) en el fondo de una línea cromática azul.
Los colores son planos, predomina el dibujo sobre el color. Las figuras están delimitadas por líneas negras.
Existe una gerarquía en las figuras, en primer lugar en tamaño y otra en el espacio que ocupan, Cristo es la figura central y la más grande y predominante.
Como vemos lo que importa es la simbología, el didactismo, las figuras, como he señalado no guerdan una relación con la realidad fiel. Esto es una muestra clara de rasgos del arte románico.
